Estrategias y recomendaciones para la prevención del cáncer de mama.
¿Cuáles son las principales estrategias para prevenir el cáncer de mama?
La herramienta más eficaz para prevenir el cáncer de mama es acudir a las revisiones ginecológicas, éstas deben incluir siempre una palpación de la mama por parte del profesional y una ecografía o mamografía según la edad de la paciente.
¿En qué influye la edad de la paciente?
El riesgo de desarrollar un cáncer de mama aumenta con la edad. Sabemos que uno de cada tres cánceres de mama se desarrolla antes de los 35 años, por eso es imprescindible que todas las revisiones ginecológicas incluyan una exploración de la mama. A partir de los 30 ó 35 años, o incluso antes si hay antecedentes familiares de cáncer de mama u ovario, es recomendable que la revisión ginecológica incluya una ecografía de mama. A partir de los 40 años la mamografía es la prueba ideal porque detecta microcalcificaciones, que son depósitos de calcio muy chiquititos y que pueden ser un signo de que algo está ocurriendo en la mama. Es verdad que del 100% de calcificaciones que se detectan solamente un 10% nos llevan a una sospecha de cáncer de mama pero esto con la ecografía no se puede visualizar y con la mamografía sí. Por eso a partir de los 40 años lo ideal es realizar una mamografía y una ecografía complementaria en el caso de mamas muy densas.
¿Y la autoexploración de la mama en casa? ¿Qué papel juega en la prevención del cáncer de mama?
Es una recomendación que se ha hecho muy popular en los últimos años, fundamentalmente porque ayuda a las mujeres a tomar conciencia de la importancia de la prevención del cáncer de mama. Para hacerlo la mujer debe ponerse frente a un espejo y dividir la mama en cuatro cuadrantes para posteriormente ir palpando cada cuadrante. Sin embargo, la evidencia científica no ha mostrado que la autoexploración sea beneficiosa en la prevención del cáncer de mama
¿Es fácil para una mujer autoexplorarse la mama?
No, no es sencillo, de hecho muchas mujeres se alarman y acuden al médico con mucha ansiedad porque se notan “bultitos” que son normales, especialmente cuando la mama es muy densa. Yo siempre les digo a mis pacientes que no se obsesionen, las mujeres nos exploramos las mamas sin darnos cuenta, cuando nos duchamos, cuando nos damos crema, es en esos momentos en los que si notamos algo distinto debemos de acudir al médico. Las mujeres deben recordar que la mejor manera de prevenir el cáncer de mama es acudiendo a sus revisiones.
¿Cuáles son los factores de riesgo para el desarrollo del cáncer de mama?
El principal factor de riesgo es ser mujer, menos de un 1 % de los cánceres de mama lo desarrollan los hombres, y la mayor parte de los cánceres de mama son hormono dependientes. Esto es importante porque últimamente hay mucha alarma con los tratamientos hormonales a base de estrógenos, pero también tenemos que tener en cuenta que desde un punto de vista biológico somos mujeres porque tenemos estrógenos.
Otros factores de riesgo son:
– La edad: la mayoría de los cánceres de mama se diagnostican a partir de los 50.
– Los antecedentes familiares. Tener familiares directos que han desarrollado cáncer de mama, especialmente a edades tempranas.
– No haber tenido hijos. Estadísticamente sabemos que la probabilidad de desarrollar un cáncer de mama es algo mayor en las mujeres que no han dado a luz que en aquellas que sí han tenido hijos.
– Haber tenido la primera regla a edades muy tempranas o la última regla a edades muy tardías, ya que estas mujeres están más tiempo expuestas a los estrógenos. También las mujeres postmenopaúsicas que utilizan tratamientos hormonales (estrógenos y progesterona) por tiempo prolongado
– También hay estudios que relacionan el estrés crónico con un mayor índice de desarrollar cáncer de mama.
¿Qué importancia tiene la herencia genética en el desarrollo del cáncer de mama?
Sabemos que entorno al 10 % de los cánceres de mama y de ovario tienen un origen genético. Por eso es fundamental realizar una buena historia clínica que recoja los antecedentes familiares. Cuando en ellos hay varios casos de cáncer de mama y/u ovario en la familia o cuando más de un familiar ha desarrollado alguno de estos tipos de cáncer a edades tempranas es conveniente que la paciente se realice una prueba de diagnóstico genético. Este test también se les debe hacer a mujeres que desarrollan cáncer de mama u ovario a una edad temprana, porque si son portadoras del gen, sus descendientes también tienen un alto riesgo de tenerlo. Sabemos que las mujeres portadoras del BRCA1 o el BRCA 2, tienen entre un 60-80 % de probabilidades de desarrollar un cáncer de mama en el trascurso de su vida, lo que supone un riesgo muy alto comparado con el 12 a 13% de las mujeres que no presentan éstos genes.
¿Y una vez que este 10% de mujeres saben que tienen un porcentaje altísimo de desarrollar cáncer de mama u ovario, hay algo que la medicina pueda hacer para evitar que suceda?
Para empezar son mujeres que van a estar más controladas desde el punto de vista ginecológico y mamario. Además la investigación en la prevención del cáncer de mama no cesa. De hecho en Estados Unidos están autorizados dos fármacos para la prevención del cáncer de mama en mujeres con alto riesgo de desarrollar cáncer de mama, el Tamoxifeno y el Raloxifeno. Aunque en España sólo está autorizado el Tamoxifeno.
En mujeres con alto riesgo de desarrollar cáncer de mama es fundamental el consejo genético y la información individualizada sobre las diferentes opciones terapéuticas disponibles según su perfil, tales como el uso de fármacos preventivos, mastectomía preventiva o extirpación de los ovarios. El caso de Angelina Jolie, portadora de BRCA1, es un ejemplo de diagnóstico genético y prevención.
Otro gran avance es el diagnóstico genético preimplantacional. Una mujer portadora del BRCA1 o el BRCA2 que quiere tener hijos sabe el alto riesgo que éstos tienen de desarrollar cáncer de mama. Actualmente la ciencia nos permite seleccionar aquellos embriones que están libres del gen, por lo que estas mujeres pueden tener hijos que no portaran la mutación de riesgo de desarrollar un cáncer de mama.
¿En qué medida afecta el estilo de vida en el desarrollo del cáncer de mama?
Hay un estudio clásico en medicina de hace muchos años en los que se siguió a mujeres japonesas que emigraron a Hawaii o Estados Unidos. Tras la migración tenían un porcentaje bajo de cáncer de mama, pero más alto que aquellas que se quedaron en su país. Tras dos generaciones el porcentaje se igualaba al resto del país y se achacó a los estilos de vida.
Una alimentación sana, libre de grasas saturadas y alcohol, realizar ejercicio moderado de forma regular y evitar la obesidad y el consumo de tabaco muy probablemente nos ayude a prevenir el cáncer de mama, aunque no hay evidencia científica sólida al respecto. Está demostrado que la herramienta más eficaz en la prevención del cáncer de mama es acudir a las revisiones ginecológicas. La mamografía, junto a la ecografía mamaria, son la prueba “oro” para la detección temprana del cáncer de mama.
¿Cuáles son las ventajas del diagnóstico precoz del cáncer de mama?
Las probabilidades de curación de un cáncer de mama que se diagnostica en estadio iniciales son muy altas, más del 90 % a los 5 años. Además los tratamientos serán menos agresivos (cirugía conservadora, menor posibilidad de utilizar quimioterapia o menos agresiva si fuera necesaria…) y personalizados. Esto significa mejor calidad de vida y mayores posibilidades de curación del cáncer de mama.
Fuente: institutopalacios.com
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