Practicar deporte o algún tipo de actividad física con carácter moderado resulta beneficioso en cualquier etapa de nuestras vidas, pero puede ayudarnos más si cabe en una época especialmente sensible para las mujeres como es la menopausia.
Practicar deporte o algún tipo de actividad física con carácter moderado resulta beneficioso en cualquier etapa de nuestras vidas, pero puede ayudarnos más si cabe en una época especialmente sensible para las mujeres como es la menopausia. La mayoría de mujeres de mediana edad dedica sus esfuerzos a entrenamientos cardiovasculares o a actividades más complejas como el yoga, sin embargo se dejan de lado los entrenamientos de fuerza que, según algunos estudios, pueden ser, precisamente, enormemente beneficiosos en el intento de combatir algunas de las manifestaciones tanto físicas como psicológicas que se producen durante la menopausia.
Entrenamiento de fuerza para superar los síntomas de la menopausia
Aunque todas las formas de ejercicio físico mejoran nuestra salud, realizar entrenamiento con pesas puede proporcionar beneficios que resultan especialmente importantes durante y después de la menopausia. Aquellas mujeres que ya han superado esta etapa vital son muy propensas a perder masa muscular con mucha facilidad, por lo que actividades físicas orientadas a ganar fuerza pueden incrementar, a su vez, la densidad de los huesos, reduciendo el riesgo de que se produzcan fracturas o de que se generen patologías con carácter severo como la osteoporosis.
El aumento de grasa corporal también suele ser bastante frecuente durante la menopausia, cuestión que puede verse potenciada si se acompaña de un estilo de vida sedentario. Mediante los entrenamientos de fuerza podemos combatir esta situación ya que los músculos, cuando crecen, demandan más energía que el tejido adiposo, por lo que a medida que vayamos ganando musculatura más eficiente será la quema de grasa, al encontrarse nuestro metabolismo mucho más activo. Esta reducción de la grasa también va a ayudarnos a prevenir el padecimiento de enfermedades cardiovasculares.
Igualmente, y antes de comenzar cualquier entrenamiento, habremos de evaluar tanto nuestra dieta como nuestra condición física con un especialista. El objetivo es mejorar nuestras condiciones de vida tanto durante el proceso de la menopausia como cuando lo superemos, claro, pero debemos evitar también los sobresfuerzos inútiles que perjudiquen nuestra salud. De esta forma, los ejercicios orientados a incrementar la fuerza también podrán ayudarnos en un plano psicológico, disminuyendo los niveles de estrés elevados asociados a esta etapa de la vida.
Fuente: http://www.diariofemenino.com
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