Aspectos SocioPsicológicos de la Menopausia (I)

Durante el ciclo de vida de la mujer se tienen en cuenta varias etapas del desarrollo: la niñez, la juventud, la edad adulta, el climaterio y finalmente la senectud. Por tanto, el envejecimiento es un proceso continuo, dependiente de factores genéticos y ambientales. Es importante considerar al climaterio como una fase del desarrollo humano en la que se genera una importante transformación: pasar de la capacidad reproductiva a la carencia de esta. Es un momento influenciado por factores personales, ambientales y culturales.

Lo que busca la mujer en la etapa del climaterio y la menopausia,  no sólo es el bienestar biológico sino también una buena calidad de vida basada en la armonía con su entorno cultural y social. En este momento de la vida de la mujer es importante diferenciar qué síntomas y problemas de salud están asociados con el cese de las funciones hormonales y cuáles no.

La edad mediana.

Durante la edad mediana (entre 45 y 59 años), resulta difícil para muchas mujeres la asimilación del proceso de envejecimiento debido al temor a la pérdida de belleza, juventud y atractivo sexual, lo que ocasiona muchas veces la disminución de su autoestima y del valor social.

En la edad mediana, la población femenina mayor de 45 años, se convierte en el centro de la dinámica familiar y de la administración económica del hogar; asimismo, aumenta su responsabilidad como cuidadora de padres o suegros, ahora convertidos en adultos mayores, así como de los nietos. La recarga de las actividades domésticas y laborales, además de las responsabilidades familiares y sociales, recrudecen la gravedad de los síntomas del climaterio.

Todos estos factores, unidos a los cambios fisiológicos propios de la edad, generan una sobrecarga física y mental que favorece la aparición de procesos que deterioran la salud femenina y hace más críticos los síntomas en este período. Esto puede agravarse si existe una alteración psicológica previa o si existiesen elementos desfavorables de carácter socioeconómico y del entorno social.

En esta etapa la mujer se siente triste, irritable, deprimida, ansiosa, necesitada de apoyo y comprensión, en lo cual inciden los factores sociales relacionados con preocupaciones de índole económica y laboral. Aunque tanto la mujer como el hombre se enfrentan a similares presiones, la primera experimenta susceptibilidades específicas asociadas con su organismo.

Dicha etapa de la vida exige una preocupación especial para la mujer que debe vivir plenamente de 30-35 años posteriores a la menopausia y no ser una simple espectadora de la vida; sin embargo, el mayor interés no consiste en alcanzar una mayor longevidad, sino que debe estar acompañada de bienestar físico, mental y social, o lo que es igual, calidad de vida.

En la siguiente entrega ahondaremos en las principales alteraciones psicológicas que se presentan en esta etapa de la vida.